El banquete



Si usted, al igual que yo, al igual que Plinio, tiene un tío originario de las Indias Orientales, ¿quién no tiene, hoy por hoy, un tío proveniente de las Indias Orientales? Si lo tiene, seguro que lo tiene y no lo sabe, se le puede reconocer en esas fallas tan características de los tíos orientales como lo son su capacidad de ver la hora en los ojos de los gatos, el amarillo de su piel, su pasión por las especies, su principesca moral, y esa extraña costumbre de afilarse las uñas ante los sobrinos pobres, como Plinio, como usted, o como yo.

Balzac, como sobrino múltiple, y si tiene usted un tío proveniente de las indias, aconsejaba invitarle a comer en domingo una empanada profusa de foie-gras, aderezada con pesados vinos sicilianos. Después, a la hora del cogñac, dígale que su banco ha quebrado, y si aun así, no muere, déle una mujer bella.

Si aún así no muere, no queda otra que dirigirse al río, buscar un lugar oscuro y decidirse a saltar. Pues no hay como decidirse a saltar de un lugar oscuro al río, para encontrarse al borde de las aguas,
con alguien que siempre esté dispuesto a ofrecerte un profusa empanada de foie-gras, abundantes vinos sicilianos y una bella mujer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"... Si continuáis discurriendo de esta manera -les decía-, verdaderamente me convertiréis.
Y tenía razón." (Pascal dixit)

Anónimo dijo...

Es una sensación inquietante y ansiosa
que no dice nada bueno a nadie
cuando todo lo que estoy diciendo
lo puedes decir tan bien tú como yo

G.