La voz de ellas

Mi amigo Niko me ha llamado para sugerirme que invierta en su nueva empresa. Mi amigo Niko lleva creando empresas desde que le conozco. Verano del 89. Hace años que no le veo pero cada 13 de julio me llama insistentemente, más de catorce llamadas por hora hasta que le cojo el teléfono, y me felicita por mi cumpleaños. Me ha preguntado por el tiempo. Le he dicho que hace calor, que cuando puedo y cuando no puedo me escapo del trabajo, que he puesto a mi mujer en mi despacho y que nadie ha notado la diferencia. Incluso le he confesado que los beneficios han aumentado en un treinta por ciento, desde que la puse en mi lugar. Pero, dime querido, acaso, ¿no estás harto de este eterno invierno? Yo sí. Sí, sí y sí. -Me ha dicho-.-Aquí hace calor, he insistido pero no había manera. No hablo de eso, me ha dicho.

Ya tiene el dominio: http://www.todosomosgriegos.es/ de momento están haciendo la página web, y debería impresionarme al conocer la lista de los ilustres actores que han decidido participar. Al igual que en Freisier donde los más prestigiosos actores de Holiwood, desde Robert de Niro hasta Ethan Hanke ponen sus voces como los radio oyentes que llaman, actuando sin ser vistos, nuestro amigo Niko ya ha comprometo a brillantes actores y actrices del panorama nacional para doblar sus películas pornográficas.
Está es su nueva empresa.
Hasta ahora, me cuenta que ha invertido todo su capital líquido en comprar los derechos de películas pornográficas anteriores al verano del 89. No tienen tan buena calidad pero no pienses que lo he hecho porque estén libres de derechos, la verdad es que cuanto más ambigua sea su calidad más acorde para nuestros propósitos, no es por la pasta, pero si hasta he hipotecado la casa de mis padres, tengo tanto porno que no cabría en el arca de Noé. No hace falta que sea de alta calidad, ha dicho. Así nos escucharán mejor.

Así que esta es la nueva empresa de Niko, en la que no he tenido más remedio que invertir todos mis pocos ahorros, apenas 5.743 euros con 13 céntimos, para hacerme con en 11 por ciento de la empresa, y agradecerle su regalo.

Hasta que lleguen los actores y para no demorarnos más en nuestros nuevos proyectos, estoy doblando yo. Así, clavado como una lanza ante una pantalla gigante en la que teutones, caribeñas, asiáticas, mamporreros, irlandesas, caniches, caballos, toros, y señoritas se frotan unos a otros hasta habitarse in-interrupidamennte, leo a Wittegenstein, a Socrates, a Catulo, a Todorov, a Dostoyevski, a Marx, a Voltaire, a Góngora… hasta me hacen leer a Nietchze, y aunque mi amigo Niko me ha prometido que pronto me traerá a Elsa Pataky para hacer la voz de las chicas, de momento las hago yo.

Y aunque creo que no es necesario y que nuestros lectores sabrán entender cual es la naturaleza de nuestro negocio. Mi socio Niko me ha sugerido que escriba lo que sería una demostración.

ACTO I:
Escena Primera:

Estamos en una oficina bien iluminada. Una joven teutona que parece haberle robado la falda a su hija de seis años, busca algo en la más alta de las estanterías. La cámara se arrastra por el suelo en busca del cielo y cuando mira hacia arriba, la teutona en la escalera se lo impide. A ella se le cae una carpeta. Alguien entra en la oficina. Es el jefe. Sabemos que es el jefe porque ni la mira y porque lleva un maletín en la mano. El jefe abre la puerta de su despacho.

-Tengo algo qué decirte, dice ella, -que soy yo con voz de chica-.
-Espero que sea algo que se pueda nombrar, dice él, -que soy yo, otra vez, poniendo voz de hermoso teutón-. Porque si es algo que se puede expresar ya lo conozco,- insisto cada vez más teutonizado- y de ser así para que volver a decirlo…Claro que si hablamos de algo que no se puede nombrar, y si lo único que nos queda es seguir dando rodeos hasta que nos encontremos, suponiendo que lo hagamos, tardaríamos más de lo que dura el presupuesto para esta película, así que por que no nos callamos, o como dice el ilustre verso del Bolerista Álvaro Carrillo, “Si quieres que hablemos de amor, vamos a quedarnos callados” y te bajas las bragas como acto de buena fe.

En ese momento, ella, que siempre es se muestra más brillante, casi perfeccionista, se arrodilla ante la bragueta del jefe y empiezo a leer.
Mientras la cámara muestra a la joven del vestuario distraído, leo con la voz teutona de él.
-“Usamos el signo perceptible por los sentidos (signo sonoro o escrito) de proposición como propulsión de una situación posible. El método de proyección es el pensar el sentido de la proposición.-Aquí gimoteo un poquito antes de continuar, y continuo-
Llamo al signo mediante el que expresamos un pensamiento, signo proposicional. Y una proposición es un signo proposicional en su relación proyectiva con el mundo.”

En este momento, este video lo grabamos anoche, la cámara apunta al rostro de él, y es la chica la que desaparece del plano. Supongo que muchos no estarán de acuerdo con este cambio pero no sean tan estrictos, hablamos de una película del verano del 89. Él no habla gime. Más tarde, cuando terminemos la grabación me tocará suplir los gimoteos para que las voces no suenen distintas. A ella no se le ve, pero el discurso sigue, es ella quien habla, con toda la suave voz de teutona que puedo poner.

-“A la proposición pertenece todo lo que pertenece a la proyección; pero no lo proyectado”

Sin duda bastará con esto para que todos nuestros lectores se hagan una certera idea del nuevo proyecto en el que nos hemos embarcado.

Como joven empresa que somos, me sugiere mi socio Nicomedes, que nuestro número de cuenta está abierto para todo aquel que quiera participar en evitar el sentimiento de culpa de todos aquellos que no pueden ver, hacer, o participar de ni una frivolidad sin sentirse culpables, por no hablar de todos aquellos frívolos a los que ayudaremos a reinsertarse en una sociedad adecuada al gusto por el buen gusto y a los placeres de todos los nuestros.